viernes, septiembre 28, 2007

Blogging

Walked out this morning, don't believe what I saw
Hundred billion bottles washed up on the shore
Seems I'm not alone at being alone
Hundred billion castaways, looking for a home

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martes, septiembre 25, 2007

Enrollado

Se levanta el telón y aparece "esto":
¿Cómo se llama la obra? Naturalmente: "Púbico, el Diario Enrollado".

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Tutanratón IV

La Pirámide de Tutanratón IV
El Derribo de la Pirámide de Tutanratón IV
La Reconstrucción de la Pirámide de Tutanratón IV

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viernes, septiembre 21, 2007

Preludio a la inversión de los valores

Hace poco, en las primeras páginas de una colección de cuentos de terror, encontraba esta simpática parodia, atribuida a Olaus Wormius, el traductor latino del Necronomicon:
Cthulhu noster qui es in maribus,
Sanctificetur nomen tuum.
Adveniat regnum tuum
Fiat voluntas tua sicut in R’lyeh et in Yha-nthlei.
Recordé entonces un pequeño cuento mío, El Gusano, que al parecer no gustó a muchos. El relato terminaba con mi propia versión del Padrenuestro, aunque cambiando el sexo del progenitor:
Madre Eterna que habitas mis sueños:
Bendito sea el corrupto fruto de Tu Vientre.
Pues sólo de Lo Corrupto y burbujeante surge La Vida,
Y fuera de Tu Vientre sólo hay Dolor.
Iä, iä, Cthulhu fhtagn!Técnicamente, el cuento no es gran cosa: lo escribí de un tirón, en una tarde, y ni siquiera lo corregí. Lo que me pareció, y me sigue pareciendo interesante es la idea que desarrolla. Se trataría de una inversión del mito de Cthulhu. El pulpo demoníaco, en mi versión, no sería ni lo primero ni lo segundo, sino una especie de Prometeo que, durante eones, se habría alimentado de la materia cerebral de ciertos “ángeles”, adquiriendo fuerzas y conocimientos extraordinarios gracias a su dieta. En cierto momento, habría desafiado directamente al poder angélico, y estos lo habrían condenado al encierro subterráneo en un planeta remoto, pero algo familiar para el lector. Mi Cthulhu sería el verdadero creador de la Humanidad, a su imagen y semejanza, y todas las historias sobre cefalópodos malignos serían mera propaganda de sus adversarios. Teniendo en cuenta el manoseo indiscriminado que han sufrido los mitos de Lovecraft, no me pareció tan mala esta variación.
La idea de una inversión de valores arrastra muy mala fama, por culpa de Nietzsche. Sería demasiado laborioso explicar la idea del alemán, por lo que ni siquiera lo intentaré. Nietzsche pretendía que la inversión de los valores era un hecho histórico, extendido a lo largo de unos pocos siglos. Naturalmente, nunca hubo tal cosa, porque nunca ha existido una Edad de Oro en la que los “valores” estuviesen con la cabeza hacia arriba y los pies en el suelo.
Here we go round the mulberry bush...¿De dónde sacó Nietzsche su idea? Probablemente, de la historia que por entonces se conocía sobre Zarathustra y el zoroastrismo. Los prólogos baratos al Also Sprach suelen explicar la referencia a Zarathustra mediante el sistema dualista que habría inventado el viejo profeta. Tienen razón, pero sólo en muy pequeña parte, pues la realidad está tejida con muchos más mimbres. Y sí, en efecto, en aquellos remotos tiempos, se produjo una extraña inversión de los valores, aunque no del tipo que convenía a las teorías del filósofo.
Si logro apartar el tiempo necesario, intentaré explicar algunos de los hilos que se dejan los prologuistas de alquiler. La historia tratará sobre devas y asuras, y también sobre ahuras y devas. Y también sobre el sánscrito y el avéstico, sobre Anquetil du Perron, e incluso sobre el famoso molino de Hamlet. Muchos de esos hilos se alargan hasta nuestros días, y son necesarios para comprender el tejido de nuestra propia realidad.
Si este artículo es el preludio, el siguiente tendrá que ser una fuga.
... y ahora, el minuto cultureta. En mi cuento, contaba:
Conocí secretos blasfemos sobre este Universo, como su creación en un alarde de soberbia del impío Demiurgo, encarnado en un reptil, y qué horror innominable se esconde dentro de la nebulosa del Escorpión, esperando el fin de los tiempos.
Ejem... ¿qué pinta la constelación del Escorpión en todo esto?

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miércoles, septiembre 19, 2007

Vegetariana

... y yo soy carnívoro, ¡no te jode!
Pues, qué quieres que te diga, aparte de que estás muy buena... Me parece estupendo que seas vegetariana, pero viendo los resultados, me reafirmo en mi gusto por la carne. No me apetece, además, que me adelgacen los brazos y me crezcan los pechos.

Uh, empiezan a aparecer imitadores...
Si hay vacas locas, ¿por qué no focas locas?

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La Leti del Atleti

Telemadrid transmite en directo, con dinero que es tuyo y mío, la presentación de Sofi, la hija de Felipín The Sixth y la Leti, ante la Virgen de Atocha. He esperado un poco a ver qué decía la Virgen. Podría haber sido algo así como ¡uy, qué monada! ¿de quién es esa naricita tan rica, eh, eh?. Pero la Virgen parece tan virgen como muda. O será que no han puesto el micrófono en un sitio apropiado...
Próxima ceremonia de las infantas a retransmitirse con la pasta que es tuya y mía: la presentación de las nenas al Atleti Furbo Clú y la entrega de los carnés de socias. Bueno, de socitas. ¿Dirá algo, esta vez, el espíritu de San Vicente Calderón?
Como sé que a veces no me expreso con claridad, lo digo de otra manera, y pido perdón por la redundancia: ¿es un acto de Estado la celebración de una ceremonia correspondiente a la religión que profesan particularmente este señor y esta señora nada particulares? ¿Lo es? ¡Pues siempre me habían dicho que no!

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jueves, septiembre 13, 2007

El uniforme de la Esperanza

El AgataformeLa esperanza es lo último que se pierde, aunque ya van dos palos... Esperanza Aguirre quiere que los niños de Madrid vayan uniformemente uniformados a esos centros de detención y control mental que se llaman "escuelas". ¿Qué diría el superhéroe objetivista ante esta parida? ¿Qué pinta un gobierno legislando sobre estos temas?
La peor de las excusas a favor del uniforme es que "evita desigualdades". Claro: las barre debajo de la alfombra. Me da que muchos ejecutivos y profesionales exitosos sintieron esa "desigualdad" infantil como un acicate para llegar adonde han llegado. Hágale creer a los críos que la vida es una llanura apisonada por un bulldozer, ¿y qué estará criando? Una horda de psociatas, por desgracia.

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domingo, septiembre 09, 2007

Fauna

All mimsy were the borogoves
And the mome raths outgrabe.
Oh, no, no voy a comparar a mis semejantes con animales; sería tan pueril como vulgar. La fauna a la que me refiero habita en mi cabeza, y compone mi alma, y como en el cuento de Bradbury, sus miembros libran batallas por mi cuerpo mortal.
Die Traumdeutung: El sueño de la razón produce Shosho'sPrimero llegó Draculín, la cría huérfana de una vampira drogata. Draculín, premonitoriamente, también albergaba dos almas: de rata y de paloma. Tras descubrir que no era ninguna de las dos cosas, logré dejarlo abandonado en una playa de Galicia, entre suculentas vacas llenas de sangre tibia y sabrosa. No llegué a contar su encuentro con los Testigos de Superman, ni sus dudas y angustias por sus similitudes con Batman, el Príncipe de las Tinieblas. Pero Draculín me dejó como recuerdo un poso de desencantada sorpresa, como la que él mismo sintió cuando aquel palomo gordo del convento murió cagándose en el Gran Pájaro Invisible.
El silencio de Draculín hizo posible que escuchase otras voces animales que pugnaban por hacerse notar. Fue un proceso lento, pero finalmente escuché el germánico maullido de Oskar von Schüngo, desperezándose con el amanecer de Zarathustra. Y de la bostezante boca del freigraf von Schüngo, surgió Tomás Pandahorny, como Atenea de la cabeza abierta de Zeus. Tomás, exilado de la Chiquia ex-comunista, es un peculiar personaje: erudito, incansable viajero, un perfecto caballero. En su prosa, algo cansada, se adivina, no obstante, cierto regusto cínico que sólo es achacable al hastío por la predecible estupidez humana y animal.
Mientras todo esto ocurría, un malvado conejo acechaba en la oscuridad. Primero mostró su faceta más espiritual: la de un sabio gurú postmoderno, conocedor del alma humana. Se hizo llamar Shosho, en homenaje a otro animalito espiritualista de su misma quinta, llamado Osho. ¡No me negará que es un nombre muy apropiado! Es el especialista en historias sobre pirámides, peonzas y cábalas… pero no logro apartar de mis oídos la lejana risa burlona de la cara más oscura de Shosho, el conejo psicópata.
Porque Shosho, como el doctor House, es adicto al jarabe para la tos, y su ingesta lo convierte en un monstruo que combina lo más excéntrico del Sombrerero Loco y de la Liebre de Marzo. Dos cucharadas del elixir, y Shosho se lanza a escribir sobre las aventuras de los sectarios del Pepino y sobre los esfuerzos de un tal Isidro para librarse del sudor de su frente. Es la faceta coñazo de nuestro conejo.
Y hay más fauna latente, batallando en mi interior. A veces veo sombras de terribles reptiles alados, que se alimentan de almas de ángeles, para hundirse a continuación entre las lúgubres pompas de la destrucción y el caos. Pero también escucho distantes susurros de hadas de pura luz, y es cuando Shosho calla y escribe verdaderas historias de esperanza. Pandahorny las lee y aprueba, o puede enviarlas a la papelera, arrugadas, si cree que Shosho ha equivocado las palabras o la gramática.
Todo este ruido, toda esta furia duele, y la cabeza parece estallar cuando las voces pasan del murmullo al grito. Es entonces el momento de ir a dormir, y quizás soñar.
Funny fauna...

Nota aclaratoria: Estoy convencido de que Shosho es un conejo. Aviso, no obstante, que von Schüngo cree que se trata de un Bundersnatch. Lo mismo es que le he escuchado mal: el barón tiene un acento tan cerrado...

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sábado, septiembre 08, 2007

Pirámides o peonzas

I would believe only in a God that knows how to Dance.
Friedrich Nietzsche
If they move too quick (oh whey oh) they're falling down like a domino...Para un niño con pretensiones intelectuales, controlar una bicicleta puede convertirse en todo un desafío. Una bicicleta no debería mantenerse en pie. No tiene suficiente área de apoyo, y como enseña la estática, si el centro de gravedad se proyecta fuera del área de apoyo, los cuerpos caen. Con cinco o seis años, no lo pensaba en esos términos exactos, pero sí en otros muy parecidos.
Un buen día descubres que a tu peonza le pasa algo similar. ¿Cómo es posible que se sostenga sobre su punta? Empiezas a sospechar que algo tendrá que ver el baile de la peonza, y la revolución de las ruedas. Como eres un niño con ínfulas, te vas a los libros y buscas el capítulo sobre el equilibrio. Y ahí está la explicación, aunque la mayor parte de las matemáticas todavía se te escapen: es, efectivamente, el movimiento giratorio, el que proporciona estabilidad a la bicicleta y a la peonza. Giro, ergo me sostengo.
Dancing in circlesAprendes del libro que existen tres tipos de equilibrio: el estático o estable, que es el de la peonza colocada de cabeza, el inestable, que es un equilibrio a punto de dejar de serlo, y el dinámico, que es un desastre cantado, pero que se retrasa una y otra vez, mientras le dure la cuerda al artefacto. El equilibrio estable es característico de las cosas muertas: la pirámide de Keops es una gigantesca peonza con su única pata en alto. Pero las cosas vivas sobrevivimos en equilibrio dinámico. Para andar, levantamos un pie y perdemos el equilibrio. Cuando el desastre es casi inevitable, apoyamos de nuevo el pie y adelantamos el que ha quedado atrás. Correr es igual o peor de peligroso, algo de lo que los codos y rodillas del niño dan fe.
Y entonces te enfrentas a una de las decisiones más importantes de tu equilibrada vida: apostar por lo estático, y su seguridad, o por lo dinámico, y sus peligros. La elección parece innecesaria, pero se te ocurre mirar por la ventana y ves a tu vecinita, una niña negra como los ángeles de Machín, que canta algo que no entiendes mientras salta con una pierna en alto sobre un dibujo que se parece a los diez sephirot de la Cábala...
Pirámides o peonzas: esa es la cuestión. Puede que usted se acuerde de Egipto y de sus monumentos, que han sobrevivido a tantos imperios. Recuerde, no obstante, que ni usted ni yo somos faraones, al menos de momento. Y que nuestras pirámides serán, necesariamente, del mismo tamaño que nuestras peonzas.

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jueves, septiembre 06, 2007

El Botín y el Zapatero

Temblad, ovejitas: ZP y Emilio Botín se magrean sin pudor en la Ciudad Bancaria del Santander.
Ayer Solbes, psociata pero economista, al fin y al cabo, mostraba su preocupación por las sombras sobre la economía. Hoy, el presidente por accidente, el especialista en cursos vespertinos de dos horas, dice que no hay nada de lo que preocuparse. Y el dueño del monopolio bancario que estrangula a España, a su lado, mueve la cabeza y habla de la fortaleza de su tinglado.
Temblad, corderos, aunque sea en silencio.

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martes, septiembre 04, 2007

San Mitrofán que estás en los Cielos

Una depresión de oso/es un espectáculo penoso...
San Mitrofán, en el Cielo de los Osos, tras enterarse
que los chinos han regalado dos osos pandas al amigo Juanca.

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domingo, septiembre 02, 2007

La Creación de Eva María

Serie sacrílega, pero que ensalza los valores familiares

Dios, envuelto en su majestuosa colcha de materia oscura, se revolvía sin lograr conciliar el sueño. Sofía finalmente suspiró, se incorporó en el lecho y le preguntó qué pasaba:
- El Homo Sapiens, cariño, el Homo Sapiens me tiene hasta la partícula de Higgs.
Y le contó sus cuitas con Adán Cudeiro, y su intención de pulsar el botón reset y comenzar la Creación desde cero. Luego dijo ¡ay!, y se quedó mirando fijamente hacia la nebulosa de Andrómeda.
Pero Sofía, por fortuna, no era partidaria de tomarse las cosas tan a la tremenda. Tras aliviar y reafirmar un poco el dolido ego divino, prometió echar un vistazo al día siguiente y ver si se podía reparar el desastre. Siempre habría tiempo para mandar el mundo a la mierda.
La Creación de Eva MaríaNo había aún amanecido, cuando ya Sofía observaba discretamente las actividades de Adán Cudeiro en el Paraíso gallego. Adán dormía despatarrado sobre una roca musgosa, llena de restos de cacahuetes y semillas de girasol, mientras un hilillo de saliva humedecía su mejilla poblada con una descuidada barba de dos semanas. A eso de las siete de la mañana, el primer Homo Sapiens se dio la vuelta sobre su lado derecho, acompañando el giro con un sonoro pedo. A eso de las ocho de las mañana, abrió los ojos legañosos, apartó la calabaza llena de zumo de uva fermentado de una patada y regocijó su espíritu con otro pedo espantoso que removió los guijarros en dos metros a la redonda. Luego se levantó y se puso de espalda, con la cara contra la pared de la cueva. Agarró su encogido apéndice urinario con la derecha y comenzó a dibujar su cara en la pared de la cueva con el líquido que brotaba a presión del órgano. Culminó la operación con otro pedo y una concienzuda sacudida del miembro. Luego se rascó, en este orden, el sobaco izquierdo, el riñón derecho, el occipucio y… perdonad que os ahorre el detalle. Finalmente, se olió la mano, hizo una mueca, bostezó y dijo algo que sonó como:
- Errr... hummm... ñamñak... ahhhhhhhggg...
Un caso perdido, se dijo Sofía, mientras Adán descubría su propia sombra sobre la hierba y se dedicaba a perseguirla entre gritos e insultos. Pero al menos ya había encontrado la causa del fallo: Dios había cometido con Adán el mismo error que con los insectos.
Al crear a los insectos, sus animales preferidos, el Altísimo había experimentado con exoesqueletos. El exoesqueleto es una especie de armadura que protege a su blando portador de accidentes y ataques de depredadores. Una buena idea, en apariencia, pero limitaba las posibilidades de crecimiento del pobre animalito. Al crear el siguiente grupo de animales, la idea había sido descartada, a favor del uso de esqueletos internos.
Sin embargo, al diseñar al señor Cudeiro, el Creador se percató de la fragilidad del ordenador de a bordo del extraño animal, y recurrió a una pequeña chapuza: rodear el ordenador de hueso duro. El problema era evidente: la bóveda craneal impedía el crecimiento del cerebro de Adán Cudeiro. Puede que mil quinientos centímetros cúbicos fuesen suficientes para tirarse pedos, dibujar figuras con la orina y rascarse todo lo rascable, pero no para descubrir el fuego o aprender a freír huevos.
De manera que Sofía se remangó, metafóricamente hablando, y decidió crear el primer animal inteligente del planeta. Para ello, extrajo un poco de materia gris del cráneo de Adán, dejándolo un poco más tonto que antes, y a partir de ella comenzó a moldear una figura más mullida y proporcionada que la construida por el Altísimo.
La decisión de SofíaLa solución de Sofía para alojar un cerebro más grande fue sorprendente: duplicó la capacidad de cálculo diseñando un encéfalo con cuatro hemisferios en vez de sólo dos. Naturalmente, el nuevo dispositivo no iba a caber en el cráneo, por lo que dotó a la nueva especie de dos receptáculos suaves a la altura del tórax, y ahí situó los dos hemisferios adicionales, que al no estar constreñidos, podrían crecer todo lo que necesitasen. Estos hemisferios, al estar más cerca del corazón, estarían mejor irrigados que los hemisferios superiores. El dispositivo fue bautizado tetraencéfalo, aunque con el tiempo, sumerios y lacedemonios lo abreviaron, dejándolo en tetras, palabra que finalmente degeneró transformándose en tetas. Cuando un hombre fija su mirada en el tetraencéfalo de una dama, lo hace para expresar su admiración por la superior capacidad intelectual de ésta. Cuando una madre amamanta a su hijo, le transmite parte de su inteligencia a través de sus neurotransmisores tetraencefálicos, vulgarmente conocidos como leche materna.
Tras terminar con el tetraencéfalo, tuvo que aplicar algunos retoques. Para equilibrar la figura y evitar que se fuese de bruces por el peso adicional, la divina consorte agrandó el culo de la criatura. Acortando su estatura, la hizo más estable al dotarla de un centro de gravedad más bajo. Cuando estaba a punto de terminar, Sofía recordó el desagradable espectáculo del dibujo con orina, y eliminó el apéndice urinario de la nueva criatura, para que no imitase el grosero comportamiento de su futuro compañero. Entonces, Sofía se alejó unos pasos, vio que lo había hecho bien, y decidió ponerle nombre a su creación.
Se inclinó sobre su obra, y sopló suavemente dentro de la pequeña y delicada nariz. Luego, apartando los dorados cabellos, susurró su nombre al oído: Eva María... La criatura se estremeció al cobrar consciencia de sí misma, y se incorporó, un poco confundida. A continuación, estiró sus torneados miembros y se fue a buscar el sol en la playa...

Capítulo anterior: La Creación de Adán Cudeiro

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