La Creación de Adán Cudeiro
Serie sacrílega, pero que ensalza los valores familiares
Dios, naturalmente, tenía grandes planes. Había decidido descansar el sábado y pegarse un garbeo por la undécima dimensión el domingo. Pero del lunes al viernes tocaba organizar este Universo, y eso requería un jaleo considerable. De manera que comenzó creando personal en el que poder delegar. Y así creó toda la burocracia celeste de ángeles, querubines, serafines, cataplines y diablillos bermejos. Cuando ensambló el último par de alas en la espalda del último angelote, se dio cuenta que en su empresa sobraban oficiales y faltaban soldados. Entonces decidió crear la Humanidad.
Se montó en un meteorito y se apeó cerca de la desembocadura de la ría de Arosa. Se ató el pelo y las barbas, se remangó la túnica y recogió arcilla para moldearla con sus Divinas Manos y transformarla en la Primera Criatura Humana. Comenzó por los pies, primero el derecho. Al cabo de tres horas ya tenía la uña del pulgar del pie derecho y un dolor espantoso en la zona lumbar. Decidió que aquella no era forma de crear la Humanidad, y en su Omnisciencia, eligió un camino más digno y apropiado.
Esta vez sacó de una bolsita un poco de polvo de protoplasma rico en aminoácidos y lo vertió en la ría, para que lo arrastrase al cercano océano, y a la caliente Corriente del Golfo, que muy cerca pasaba. Añadió un poco de ácido ribonucleico y unos raros catalizadores, agitó, sopló y luego se marchó a dar una vuelta a ver cómo iban las cosas por la Vía Láctea. Aprovechó el paseíllo espacial para matar a una especie de cocodrilo biónico llamado Leviatán que sólo servía para dar el coñazo, y para encerrar en un corral a un caballo obeso con cara de hipopótamo y pezuñas de elefante, al que llamaban Behemot. Si cree que me lo estoy inventando, le aconsejo que lea el libro de los Salmos, capítulo 74, versículo 14, y comprobará que nuestro Creador se divertía bastante cazando monstruos en algún momento de su larga carrera. Lo que no es cierto es que le haya disparado alguna vez a un oso emborrachado con vodka. Es mentira cochina.
Se llevó una sorpresa cuando regresó a la Tierra. Al parecer, tras unos minutos de aparente calma, de los mares brotaron criaturas de todo tipo, que se devoraban las unas a las otras con gran entusiasmo. Algunas escaparon a tierra firme para transformarse, primero en gigantescas ranas voladoras con colmillos en sus lenguas retractiles, y luego en feroces dinosaurios. Pero una pequeña especie de ratas carroñeras se había apoderado finalmente de la faz de la tierra, y había aprendido a comerse al resto de los bichos de la creación.
Dios, sorprendido por la ferocidad de la nueva especie, pilló a la primera rata primate que se puso a su alcance y le sopló su Aliento divino en las mismísimas narices. A continuación, le bendijo:
- Te llamarás Adán Cudeiro.
Y la Primera Criatura le respondió en protogallego:
- Bueeeno...
Luego, Dios intentó que Adán diese nombre a las bestias que cabalgaban, volaban y se arrastraban sobre el valiente nuevo mundo. Convocó a una noble criatura cuadrúpeda, de airosas crines y se la mostró al Hombre, diciéndole:
- ¡Oh, Adán! ¡Dale un nombre a esta hermosa bestia! – pero el gallego callaba, atónito, y el Creador decidió echarle una mano – La podemos llamar Caaaaa... - Adán Cudeiro seguía con la mirada perdida – Caaaabbaaaa... - ni un signo de comprensión en el rostro del primate – Caaaabaaaallll... ¡¡¡Caballo, coño!!! – exclamó exasperado.
Pero inmediatamente se arrepintió de su cólera y volvió a los buenos modales con el aterrorizado gallego:
- ¿Qué te parece “caballo”? ¿Crees que es un nombre apropiado?
Adán Cudeiro respondió, enigmáticamente:
- Puede que síiii... y puede que noooo...
Y Dios se mesó los cabellos, desesperado. Algo había fallado en el plan divino...
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Próximo capítulo: La Creación de Eva María
5 Comments:
Se nota que éste Adán Cudeiro moraba en el paraíso. Aún no llevaba gorra ni camisa de cuadros.
¿A que se parece a alguien? ;) El bigote es el de Ned Flanders, por supuesto...
Muy bien, Lucianito. Sirves para esto.
Es bueno ser bueno en algo, Irichín.
Bueno éste comentario llega con bastante retraso,pero en fin,que te puedo decir que eres un poco rata!no malinterpretes es que provienes de Adan Cudeiro y ya que éste surgió tal y como tú lo describes...que te puedo decir ten cuidado con el ratibron!!!!
elchinocudeiro
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