Pirámides o peonzas
I would believe only in a God that knows how to Dance.
Friedrich Nietzsche
Friedrich Nietzsche
Para un niño con pretensiones intelectuales, controlar una bicicleta puede convertirse en todo un desafío. Una bicicleta no debería mantenerse en pie. No tiene suficiente área de apoyo, y como enseña la estática, si el centro de gravedad se proyecta fuera del área de apoyo, los cuerpos caen. Con cinco o seis años, no lo pensaba en esos términos exactos, pero sí en otros muy parecidos.
Un buen día descubres que a tu peonza le pasa algo similar. ¿Cómo es posible que se sostenga sobre su punta? Empiezas a sospechar que algo tendrá que ver el baile de la peonza, y la revolución de las ruedas. Como eres un niño con ínfulas, te vas a los libros y buscas el capítulo sobre el equilibrio. Y ahí está la explicación, aunque la mayor parte de las matemáticas todavía se te escapen: es, efectivamente, el movimiento giratorio, el que proporciona estabilidad a la bicicleta y a la peonza. Giro, ergo me sostengo.
Aprendes del libro que existen tres tipos de equilibrio: el estático o estable, que es el de la peonza colocada de cabeza, el inestable, que es un equilibrio a punto de dejar de serlo, y el dinámico, que es un desastre cantado, pero que se retrasa una y otra vez, mientras le dure la cuerda al artefacto. El equilibrio estable es característico de las cosas muertas: la pirámide de Keops es una gigantesca peonza con su única pata en alto. Pero las cosas vivas sobrevivimos en equilibrio dinámico. Para andar, levantamos un pie y perdemos el equilibrio. Cuando el desastre es casi inevitable, apoyamos de nuevo el pie y adelantamos el que ha quedado atrás. Correr es igual o peor de peligroso, algo de lo que los codos y rodillas del niño dan fe.
Y entonces te enfrentas a una de las decisiones más importantes de tu equilibrada vida: apostar por lo estático, y su seguridad, o por lo dinámico, y sus peligros. La elección parece innecesaria, pero se te ocurre mirar por la ventana y ves a tu vecinita, una niña negra como los ángeles de Machín, que canta algo que no entiendes mientras salta con una pierna en alto sobre un dibujo que se parece a los diez sephirot de la Cábala...
Pirámides o peonzas: esa es la cuestión. Puede que usted se acuerde de Egipto y de sus monumentos, que han sobrevivido a tantos imperios. Recuerde, no obstante, que ni usted ni yo somos faraones, al menos de momento. Y que nuestras pirámides serán, necesariamente, del mismo tamaño que nuestras peonzas.
Etiquetas: filosofía
5 Comments:
Lo de montar solo en una bici con dos ruedas por primera vez, es un reto que cuando se supera, adquieres la certeza de que has conseguido una meta y que si lo haces cuando tienes 6 años, piensas que ya eres menos niño que unos minutos atrás. A mi no se me olvida, ni el lugar ni como lo superé y mira que han pasado años, recuerdo que me dije, voy a montar sin las ruedecitas de apoyo y tuve la certeza de que nada lo iba a impedir. Minutos escasos, eso es lo que tardé, mientras mi madre entraba en el mercado a realizar una compra. Todo esto da para metáforas, sustitúyasen las dos ruedecitas laterales por los padres, por ej. y la bicicleta como la dirección de la vida en que te montas... y a ver que resulta.
Un equilibrio inestable no significa que el objeto en tal situación esté a punto de dejar de estar en equilibrio. Lo mismo pasan milenios y se mantiene igualmente equilibrado mientras que otro objeto del que presumíamos inamovible equilibrísticamente hablando, lo perdió por completo ante un empuje lo suficientemente potente para hacer que su centro de gravedad quedase fuera de la base que los sustenta.
Está demostrado que todo en la naturaleza tiende al equilibrio estable -o sea que busca la horizontal- y los humanos no se libran de ello, lo mismo para conseguir estar en equilibrio y vivir sin tanto caos, lo que hay que hacer es conseguir mantenerse en equilibrio indiferente, por ejemplo o dando a nuestra vida o a nuestra sociedad la belleza y la perfección de la esfera o darle a los planos las dimensiones exactas para formar un tetraedro.
El equilibrio se conseguiría, otra cosa es que lo hiciese pedazos una bomba de neutrones situada convenientemente en el núcleo gravitatorio del objeto a tratar.
En realidad no hay objeto en equilibrio que no sufra el deterioro de las fuerzas que actúan sobre él, no hace falta desequilibrarlo, solo con desgastarlo ya es suficiente y de eso no se libra nada, ni la esfera ni el tetraedro.
Podrás levantar edificaciones todo lo alta que desees si tienes capacidad para ello, intentando alcanzar la inmortalidad y el trono de los dioses, pero te será en vano. El camino más corto para llegar a ellos se encuentra en tu interior si sabes abrir la puerta de tu conocimiento (San Nircisio de Tracia. Discurso a los paganos nilóticos en Philé. Anno Domini 325)
sustitúyasen las dos ruedecitas laterales por los padres
En realidad, los padres los llevas incorporados en el software del sistema operativo, y en el firmware. La ilusión de que uno es el agente de lo que ocurre es muy confortante... cuando todo va bien. Cuando las cosas van mal, la ilusión se convierte en un círculo vicioso (y entonces llega Shosho, el conejo gurú, y te vende un libro de recetas ayurvédicas).
Está demostrado que todo en la naturaleza tiende al equilibrio estable
... y en ese momento, se para y deja de moverse. Es la Segunda Ley de la Termodinámica.
En realidad no hay objeto en equilibrio que no sufra el deterioro de las fuerzas que actúan sobre él
... ¡ah, la impermanencia! :)
Se me ocurrió escribir esto después que alguien me sermonease en Monclovitas por no apoyar una campaña publicitaria que supuestamente apoyaba la reforestación. La reforestación es algo chachi, pero yo me pregunto si alguna vez la meseta castellana estuvo realmente cubierta por una selva (en tiempos históricos, quiero decir). Un simple rayo podía cargarse toda aquella masa forestal continua.
El problema es que los humanos aspiramos a la permanencia: tener un bosque "milenario" tras la puerta de la cocina, un puesto de trabajo "milenario". Y también un "Dios milenario", que sirva como modelo válido desde el Neolítico hasta la Era Futura de los Viajes Ultragravitatorios. Confieso que creo en Dios, pero mi Dios no es el mismo, ¡no puede ser el mismo!, que el que describían San Agustín de Hipona o San Ambrosio de Milán (o San Nircisio de Tracia). Y no porque Dios haya cambiado, sino porque las descripciones de Dios son como los cuadros al óleo de pipas: ceci n'est pas une pipe.
San Nircisio de Tracia. Discurso a los paganos nilóticos en Philé. Anno Domini 325
:) ¿Has puesto ya por escrito las bienaventuradas andanzas del santo sabio? Lo creo muy capaz de decir cosas como no confundas las cosas de la razón con la razón de las cosas. Tengo que decirle a Shosho que tome nota...
y entonces llega Shosho, el conejo gurú, y te vende un libro de recetas ayurvédicas
... con lo cual sigues siendo un neurótico infeliz, pero al menos haces del cuerpo con regularidad...
No sé que principio de la física dice que si un cuerpo es sometido a vibración, nunca deja de vibrar, aunque pierda intensidad constantemente, tendiendo a vibración 0, pero sin llegar a ello. Como lo de la onda en el estanque, yo jamás podía comprender esto, porque suponía que si estanque se vaciaba, adios las vibraciones, junto con el agua.
La reforestación es algo chachi, pero yo me pregunto si alguna vez la meseta castellana estuvo realmente cubierta por una selva (en tiempos históricos, quiero decir). Un simple rayo podía cargarse toda aquella masa forestal continua.
Supongo que querrían reforestar con especies autóctonas, luego vuelvo a esto. La idea es loable, pero las especies autóctonas más autóctonas son los quercus, mejor del género ilex, que si sufren la caída de un rayo lo suelen aguantar. Tengo varias, y las centenarias, todas tienen la visita de uno. Si cae en estación seca y la vegetación está alta, sí que podía liarse un incendio pero salvo las pequeñas o sea las que no pasan de dos metros se suelen salvar, y las otras sufren las caricias de las llamas si es que no hay herbívoro que ramonee. ¡Benditos los équidos que las dejan recortaditas...!
A mi me gusta el paisaje de la meseta, pero con matices, viájese por tierras sorianas, súbanse al castillo fortaleza de Gormaz y posiblemente se entienda, ya que los contrastes son constantes, entre masas forestales, campos de cereal inmensos, o eriales desérticos alternándose. Esa soledad es algo difícil de encontrar en Europa.
Recuerdo como la prole de ecolojetas, no hacía más que decir que había que repoblar con especies autóctonas, (vale, sí)entre las que incluían el castaño... bien, pues el castaño que es un árbol espectacular con la floración, te deja admirado, pero el error es que coño se entiende por autóctono, porque el castaño es oriundo de Asia Menor y fueron los romanos los que lo introdujeron masivamente en la Hispania, no porque el paisajismo fuera su debilidad, sino porque la castaña era la base alimenticia de las poblaciones a las que tenían que recurrir para realizar trabajos de dureza física todo el año. De ahí que en el sur la Sierra de Gredos aún queden algunos, o por la zona leonesa de las Médulas, por ejemplo. Así que lo siento por Goscinny pero la castaña no era un alimento o especialidad típica de Armórica (ver: La vuelta a la Galia en las aventuras asterixianas).
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Esta chorrada de San Nircisio me hace pensar que debería recopliar sus palabras, porque afortunadamente aún no estaba contaminado por el "saber musulmán", ahora... que el tío metía en el cuenco de piedra de todo y así le salía la salsa.
No sé que principio de la física dice que si un cuerpo es sometido a vibración, nunca deja de vibrar
Eso es una visión "clásica". En el mundo cuántico es más complicado. Nada está completamente quieto, sino en una superposición de estados. Además, la energía se perdería por cuantos. Por otra parte, sin mucha relación con lo anterior, es muy probable que el espacio también esté "cuantizado". No existirían verdaderas vibraciones de longitud infinitesimal.
A mi me gusta el paisaje de la meseta, pero con matices, viájese por tierras sorianas
He leído, no recuerdo dónde, que el pastoreo nómada, al estilo "árabe", es el culpable de la desertización de muchas zonas. No me lo creo del todo, pero sería gracioso. Hoy mostraban en el telediario a las ovejas paseándose por el centro de Madrid. De todos modos, creo que esta tierra siempre ha sido así de seca y difícil.
Como en casi todo, lo sano estará algo apartado de los extremos.
Así que lo siento por Goscinny pero la castaña no era un alimento o especialidad típica de Armórica
Coño, te veo bien puesto en la materia. That's fine...
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