lunes, mayo 28, 2012

Un himno para el 15M

Leo en los periódicos, con una mezcla de regocijo y espanto, que los indignados del 15M buscan himno. Seamos serios, coño: el himno del 15M ya existe, y se llama La Internacional. Es cierto que todavía no se puede revelar el detalle al proletariado, pero ya llegaremos a ese punto, cuando las condiciones objetivas y subjetivas del movimiento estén maduras, como diría Vladímir Ilich.
Las propuestas que han surgido de la masa indignada son como para mear y no echar gota. Mi favorito, no obstante, es un engendro titulado Madre Mundo, de un tal Rafa Sánchez; se ve que la Pachamama tiene todavía un buen tirón entre esta gente. El bueno de Rafa ha dicho en una entrevista que no puede vivir sin componer "sobre las cosas que me mueven el corazón". Rafa, pequeño, si sientes que algo se mueve en tu interior, casi siempre serán tus tripas. Y si no, empieza a preocuparte, porque entonces estás alimentando un pequeño alien. A juzgar por los resultados, la próxima vez que te venga la inspiración, siéntate... y espera a que se te pase.
En cualquier caso, si algún indignado se dignase en preguntarme, yo les propondría un himno ya clásico y muy apropiado para todo tipo de rebeliones. La letra comienza así:
Beasts of England, beasts of Ireland,
Beasts of every land and clime,
Hearken to my joyful tidings
Of the golden future time.
Se canta con una melodía que está a mitad de camino entre My Darling Clementine y La Cucaracha. Y sí, está en inglés, pero habíamos quedado en que ésta era la juventud mejor preparada de toda la historia de España, ¿no?
Napoleon, intentando pasar por un cerdo anónimo y fracasando en el intento

Etiquetas: , , ,

viernes, agosto 20, 2010

Decadence

Durante mi adolescencia, rock significaba drogas, sexo y buena música. Ahora, la semántica de la palabra se ha estrechado a heavy metal, y las drogas, el sexo y la buena música han sido sustituidos por viejos pedorros y cagalitrosos, como Iron Maiden o Manowar; coreados por guarros y guarras provenientes del paro; hartos de calimocho y de enfermedades de transmisión sexual.
Nunca entenderé que a alguien, veinticinco años más joven que un servidor, le gusten Kiss, AC/DC y otras atrocidades parecidas. Ni en su momento fueron buenos...
Lo suyo, nunca fue la música. Ahora hasta la pose les queda ridícula.

Etiquetas:

lunes, julio 14, 2008

Doblando cucharas

¿Sabía usted que Gregory House... en realidad, el actor Hugh Laurie, es un experto "doblador de cucharas"? No se pierda el testimonio:

Y hablando de artistas, aquí tiene una rara instantánea en la que un ayudante sostiene a Sebastian, la serpiente pitón que es el daemon personal de Pepe Erre.
A chip off the same old block

Etiquetas: , , ,

sábado, julio 28, 2007

Escribir o pintar

Escribir o pintarDragó pregunta, o se pregunta, en su programa, si hay alguna ventaja en escribir con el ordenador, en vez de usar la máquina de escribir. Su respuesta es que no. Alguien le responde en el acto que con el ordenador se puede esculpir, más que escribir.
Dragó es escritor, y yo no, pero creo también que se equivoca terriblemente. Yo no hablaría de esculpir, que si lo haces sobre madera o roca, es algo irrevocable, sino de pintar. Aplicas un par de pinceladas de color, te alejas, observas el resultado, y entonces fijas o corriges. ¿La diferencia respecto a la escritura tradicional? Pues que quizás escribes con más lentitud. En mis experimentos literuchos, observo que me es mucho más sencillo terminar un cuento corto que moverme a lo largo de una novela.
Es también verdad que Dragó es, en cierto sentido, un adelantado, pues usa una máquina de escribir. El marqués de Tamarón ha reconocido que sigue escribiendo a mano. Supongo que usará una larga pluma de ganso y tinta perfumada, fabricada en algún taller parisino.

Etiquetas:

lunes, junio 11, 2007

El Enigma de la Esfinge

Quien desea aprender a escribir debe también aprender la difícil arte de la observación psicológica, al menos si quiere que sus escritos tengan más de dos párrafos de longitud.
Un cuento, por su brevedad, se basa en la sorpresa, y la fuente de la sorpresa puede ser cualquier cosa, como un espejismo del lenguaje, una confusión en el sentido de las palabras o incluso en su sonido. En una novela, la causa de la sorpresa debe durar más: no puede ser el resultado de ver reflejado el sol en el vidrio de un escaparate a las cuatro y cinco minutos de la tarde.
Eso no quiere decir que el aspirante tenga que transformarse en un pedante aprendiz de psicólogo. Es incluso mejor que no lo haga, pues así puede ofrecer a sus lectores el más rico juego de los dobles espejos: un reflejo distorsionado desfigurado por las propias lentes equívocas a través de las cuales veo el mundo.
Como esto que escribo no es un cuento, sino una reflexión (sólo los peores escritores se callan estas diferencias, para justificar, si llega a ser preciso, sus meteduras de pata) debo ofrecerle un ejemplo del tipo de equívocos y errores de perspectiva a los que me refiero. El espejismo que le mostraré es uno de los más sorprendentes pues, aunque conocido por todos, suele ser ignorado por mero pudor.
Ahí va la pregunta de la Esfinge: ¿puede alguien desear que su hijo se convierta en aquello que más teme y odia?
Un acrónimo de la respuesta en español: LOACM.

Etiquetas: , , , ,

martes, mayo 01, 2007

Un concierto a solas

La capacidad de asombro de los becarios de El Mundo es infinita. Mirad de lo que se asombran ahora:
Bueno, al menos alguien casi le pagó un café zapaterino. Antes de leer este artículo, no tenía ni idea de quién era Nacho Campillo. Creo que puedo seguir sin saberlo. Ah, y tampoco sabía quien era Silvia Grijalba: quizás sea ya demasiado mayor para ser "becaria". Lo que sí sé es que abusa de las negritas. Y de la capacidad de asombro ajena.

... pero está claro que ni Silvia ni Nacho han leído a Mark Twain. Podrían tramar una cábala como la de un pintor en uno de los cuentos del americano: hágase el muerto, señor cantante, y rodee su muerte de un aura trágica. Que no falten drogas, desengaños, sufrimiento y otras hierbas parecidas. Digamos, por ejemplo, que su novia le abandona para irse con su camello. Pero luego se arrepiente, y el camello que lo descubre, adultera su mercancía más de lo habitual, a consecuencia de lo cuál, el musiquero la espicha. Luego, espere a que sus tonadillas coticen al alza. No siempre funciona, se lo advierto. Al final, resulta mucho más seguro tener talento.

Etiquetas: ,

domingo, abril 22, 2007

El frondoso bosquecillo de la mujer de Ruskin

egún nuestra medida, los prerrafaelitas eran una panda de tipos raros, pero ¿quién no lo era en la Inglaterra de la reina Victoria? La pérfida Albión, en el esplendor de su grandeza imperial, se había convertido en un club de chiflados. Los prerrafaelitas eran algo parecido a la comisión de festejos del club. Y dentro de aquella comisión de festejos, que se parecía sospechosamente a la mesa del té de Alicia, el papel de sombrerero loco lo interpretaba gustosamente el John Ruskin de esta historia, que además de inglés, victoriano, chalado y prerrafaelita, era socialista, el muy cabrón.
... so early in the morning.Nuestro sombrerero loco tenía también su pequeña Alicia: la joven Ephie Gray, que tenía doce años cuando Ruskin, de veintitrés, le dedicó una pequeña y prescindible novela sobre elfos, reyes enanos y lo rentable que resulta comportarse con decoro. Se le podría perdonar el detalle… si no fuera porque, seis años más tarde, en cuanto la pequeña Ephie tuvo la edad exigida por la ley, el sombrerero loco la llevó al altar.
Oh, sí, almas sensibles y escandalizadas, también Poe se lió con su primita Virginia, y el propio Carroll dio mucho que hablar en su momento (aunque al parecer, hubo más chismografía que verdadero escándalo en la historia del conejo blanco). Pero Poe y Carroll, al menos, nos dejaron una obra memorable, ¡y es que no eran socialistas! El hada madrina que presidió el nacimiento del amigo Ruskin llegó borracha de láudano al acontecimiento, y debió empapar al recién nacido de chifladura y socialismo mientras rebuscaba inútilmente entre sus ropas el frasquito del talento.
Como decía, llegó el día en el que un feliz y ansioso John Ruskin desposó a la joven y nerviosa Ephie. Y hubo banquetes, y se arrojaron flores y confetis. Y cuando el último rayo de Sol desapareció en el horizonte con el último coñazo de invitado, llegó eso que llaman la “noche de bodas”. Es fácil imaginar a la ingenua parejita gastándose inocentes bromitas mientras se dirigían al escenario del crimen. Es fácil imaginar a la Ephie echando a John temporalmente del santuario, mientras se vestía o desvestía para matar. Es fácil imaginar el nerviosismo del ansioso Johnny cuando finalmente Ephie le espetó con su acento escocés, “ven pacá, macizo”...
Un poco más difícil es comprender lo que pasó después. Al parecer, Ephie dejó entreabierta la puerta del corral, y el amigo Ruskin tuvo una clara imagen de la espesa lana de la corderita. Y Ruskin, que era un esteta que sólo conocía los coños inexistentes de las estatuas griegas se quedó petrificado y espantujado ante la visión del bosque sagrado de Diana Cazadora.
No hubo consumación aquella noche. Ni la siguiente. Ruskin desarrolló una intensa aversión por su mujer, y según confesión propia, dedicó el resto de sus días al “pequeño suicidio cotidiano”, que es una bella forma de decir que se mataba diariamente a pajas, como un mono en una jaula. Al cabo de seis años de sequía total, Euphemia se hartó y se largó con Millais, pintor prerrafaelita y protegido del esteta, pero lo suficientemente sensato como para saber qué es lo que suele brotar donde se unen el tronco y las extremidades. Al parecer, Ephie se desquitó sobradamente del ayuno, porque le dio nada menos que ocho churumbeles al pintor (y alguna mancha, supongo, en el suelo del estudio).
Para desgracia de Ruskin, el asunto se hizo público porque Ephie pidió y consiguió la nulidad matrimonial. De modo que Ruskin, además de continuar con sus pequeños vicios, se entregó casi por completo a sus ideas socialistas.
... ah, sí, nuestro chiflado se volvió a enamorar, pero esta vez, de otra lolita chiflada llamada Rose la Touche; nombre premonitorio donde los haya, como enseguida veremos. Esta obsesión en la repetición de los detalles es lo que los santones orientales llaman karma: la chiquilla tenía diez años cuando Ruskin plantó sus pervertidos ojos en ella, y recibió una propuesta formal de casamiento en cuanto cumplió los dieciocho. Pero Ruskin ya arrastraba fama de socialista, y los preocupados padres prefirieron conocer la opinión de Ephie, quien no se cortó un pelo en su respuesta. La aventura terminó trágicamente: Rose la Touche estaba también algo tocada del ala, padecía anorexia y algún otro desquiciamiento mal catalogado. La internaron en un hospital de día y murió en poco menos de un año.
Ruskin también fue a menos. Su salud se resintió, sus nervios se quebraron, y comenzó a padecer ataques nerviosos y alucinaciones. Durante una de ellas, predijo la llegada de ZP a España y el descenso a segunda del Atleti. Al día siguiente de este episodio, al recobrar el sentido y leer su propia profecía, se llevó una mano al corazón, puso los ojos como platos y la palmó.
Lo enterraron en un terreno cuidadosamente defoliado, pero en muy poco tiempo, el musgo y la hiedra cubrieron su tumba.

Etiquetas: , ,

miércoles, marzo 21, 2007

Advocatus Diaboli

Quiero dejar claro algo, de una ver por todas: creo que, antes de pagar 100 euros por embarazo, sería mejor que antes no le robaran esos 100 euros a la embarazada. Esa no es una opinión que te convierta en un tipo popular. Con lo anterior quiero decir que, evidentemente, estoy en contra que se subvencionen obscenidades mediocres, como esa que ha recibido toda la publicidad posible del PP extremeño... porque parece que la edición se había agotado, lo cuál, costando 22 euros el ejemplar, si los periódicos no mienten, es realmente un logro. En cualquier quiosco puede comprarse porno mejor hecho y sin tener que sufrir la visión de las mingas de los mingos. O viceversa.
Decía "obscenidad mediocre", pero en realidad podría quedarme con "mediocre". ¿Existen obscenidades brillantes? No, no le pregunto para que me responda en los comentarios: sinceramente, es un tema muy personal, y sólo me atrevo a hablar de estas cosas porque Freman no es el nombre que me puso mi madre al nacer. Si luego quiere hablar, no le voy a interrumpir, pero no se sienta obligado. Esto que sigue es un monólogo.
Tengo frente a mí un libro llamado Necronomicon. No es el de Abdul Al-Hazred, el árabe loco inventado por Lovecraft, sino el de Giger. Y usted conoce a Giger, casi por obligación, porque no conozco a nadie que no haya visto Alien. Si le gusta el rock de los 70's, conocerá otra obra de Giger, pues la portada de un LP de Emerson, Lake and Palmer es también obra de Giger. Se trata de Brain Salad Surgery, una frase que no significa lo que parece, sino que es una especie de eufemismo vulgar para una felación. Sí, tiene razón: terreno pendiente y resbaladizo...
¿Con qué podría comparar el arte de Giger? Nunca con un día de verano... a no ser que nos fuésemos a un matadero o hurgásemos entre los restos quirúrgicos de un hospital de guerra. Una de las series famosas de Giger se llama "Biomechanoids". Son pinturas de seres deformes, a veces putrefactos, que complementan sus carencias con ridículos artefactos de hierro oxidado. En muchos casos, hay bellas mujeres representadas... bellas, si puedes olvidar que están ensartadas con otros tantos artilugios biomecanoides, y si ignoras la extraña perspectiva que las alarga, sobre todo sus manos y sus pies. Son extrañamente largos los dedos de las manos y pies de las heroínas, por llamarlas de algún modo, de este señor Giger. ¿Sabe por qué me he tenido la idea de escribir este artículo? Porque hoy, al mirar el libro de horrores de Giger, he recordado de repente de dónde ha sacado la idea de los dedos alargados y huesudos. ¡Los he visto en iconos religiosos bizantinos! El Cielo, visto a través de un cristal oscuro.
Sí: el arte de Giger es obsceno, y supongo que para algunos resultará desagradable. No me parecería buena idea subvencionar a Giger... aunque sería un negocio redondo. ¿Sabe usted cuánto están dispuestos a pagar los coleccionistas por algunas de las obras de Giger? Si mañana me tocase la Lotería, compraría una de las estatuas de Giger y la colocaría en mi puerta, para ahuyentar a unos cuantos que conozco.
¿Es Giger un blasfemo? Tiene una bonita serie de Baphomets... ¿Es superfluo su arte? En cualquier caso, no es mediocre. Obsceno, en realidad, es el nuevo anuncio de la Comunidad de Madrid contra las drogas: representa a un chico enterrado vivo. Conozco gente muy impresionable (mi propio hermano, cuando niño), que sufriría daños psicológicos por ver un anuncio de esa calaña. Y está pagado con dinero de todos, se emite incluso en horarios infantiles... ¡y además, el autor seguramente pensará que ha hecho una buena acción con el puñetero anuncio!
No estoy diciendo que haya que subvencionar a Giger, ni que haya que comprender su obra: sólo que no hay que condenarla. A mí me ha inspirado una de las ideas centrales de "Natural". Y no conozco una representación más horrenda de la Muerte, y a la vez más cargada de sentido, que la de una lámina incluida en el libro que menciono. Sobre todo, ¡por favor!, que nadie me venga con la monserga de ¿le darías ese libro a una hija tuya?. Tampoco me follaría a una hija mía, y sin embargo, follar es estupendo.
Claro: Montoya no llega ni a las chanclas de Giger. Pero, ¿qué habría pasado si se tratase de un sucesor de Giger nacido en Badajoz? No, no estoy hablando de tiburones embalsamados en formol ni de estatuas de mierda de elefante. ¿Es tan fácil decidir qué es arte?
Esta vez no he incluido imágenes. De haberlo hecho, resultaría excesivamente fácil juzgar: esto es arte, aquello es bazofia. Tampoco he querido obligarle a mirar algo que quizás no le guste. Prefiero que utilice su imaginación: use your illusion.

Etiquetas:

lunes, julio 24, 2006

Monstruos

Angeles Caso intenta convencer a Dragó de que las mujeres escritoras pagaron un altísimo precio por su don. No lo dudo. Todo aquel que tiene un don paga un altísimo precio, sea hombre o mujer. Dragó, quien no es difícil de convencer, aduce que las primeras mujeres escritoras en España fueron monjas. Místicas, recalcaría yo. Monstruos. Todavía se considera de mal gusto reconocer que eran monstruos.

Monstruos S.A.Quien tiene un don, es porque vive cerca del Centro, del pozo de donde surge toda la belleza y toda la locura de las que somos capaces. Lo llamo Centro, pero otros lo llamarían con otros nombres. No importa el nombre exacto. Es muy difícil vivir ahí. Los israelitas, luego de experimentar la Presencia Divina, se postraron ante un becerro inanimado de oro. Pocos soportan la cercanía de la Fuente. Quienes lo logran, lo pagan convirtiéndose en monstruos. Cuando Moisés regresó con las Tablas de la Ley, su cara brillaba y era difícil sostener su mirada. Dicen que se vio obligado a llevar un velo el resto de sus días.

Esto lo escribo tarde, de madrugada, postergando el momento de irme a dormir. No sé con qué voy a soñar hoy, o siquiera si voy a recordar algo de lo que sueñe. Al levantarme, cumpliré con la ceremonia: me miraré en el espejo, adivinando los signos de mi transformación.



Lo más gracioso del programa ha sido el final: ver a Angeles Caso intentado hacer "pagar un precio" a una tal Samantha Devin, monstruito intoxicado de Nietzche y su Dioniso, pero monstruito al fin y al cabo, que se atrevió a retorcer las palabras de Blake, santón protoprogre, en contra del igualitarismo. Dragó, viejo zorro, fue más discreto: le hizo saber al monstruito que había dedicado uno de sus programas a Albert Hoffman.

Etiquetas:

miércoles, mayo 17, 2006

Literatura

Son las tantas de la madrugada, y se ha quedado la tele encendida al terminar el Diario de la Noche de Sandra Barneda. Bueno, sí, y de Yanke.

Si dejas encendida la tele después del telediario, lo más probable es que te tropieces con el programa de Dragó. Se ha traído cuatro secuaces, los ha repartidos en abanico y ahora mismo disertan sabiamente sobre un libro escrito por uno de ellos. Intentan mostrarse audaces y profundos. Eso es lo malo de verse en una situación de ese tipo. Cuando te ves obligado a ser profundo, terminas mintiendo.

Lo que me ha hecho escribir esto ha sido una intentona colectiva para definir qué es "literatura". Estoy de muy mala leche por estar despierto a estas horas, y naturalmente, todas las definiciones me han parecido estúpidas. Más que estúpidas, amaneradas, y por lo tanto, artificiales. Hay un tipo vestido de blanco, con perilla, sombrero blanco (bajo techo) y tirantes. Probablemente ni siquiera sea maricón, y sólo intente imitar a algún escritor famoso al que, accidentalmente, le gustasen las cosquillas en el pluscuamperfecto. Hay que joderse...

¿Qué es la literatura? Es lo que consigue la persona que se sienta a crear una nueva religión. Una obra literaria es una escritura sagrada que nadie llegó a tomarse en serio. Por eso ha habido tanto borracho y opiómano entre los buenos escritores. Tolstoi (no hay dos Tolstoi porque el segundo fue una cucaracha) hablaba sobre Dios como quien narra las hazañas de su hermano menor. Nadie en esta España moderna lo intenta, siquiera. Cuando no falta sabiduría, simplemente no hay cojones.

Cuando tenga la edad necesaria, intentaré escribir el nuevo libro de Job. Me tendréis que perdonar si no lo consigo, pero al menos lo habré intentado.

Etiquetas: