Huellas de dinosaurios

... y esto, para quienes todavían creen en el mito del buen salvaje:
Ya sabéis: cosas de la Edad de Oro...
Etiquetas: creacionistas
La página de Freman Bregg
'cause you can't help yourself from falling.

Etiquetas: creacionistas
... uff, y a mí me cae bien el gordo Santa Claus, y ya puestos, Mickey Mouse y Superman, y el templo que es Disneylandia. Pero Kal-el no se mete en lo que yo hago con mi vida, ni Mickey Mouse condena al infierno a quienes investigan con células madres. Y sí, me gustan las iglesias románicas, pero igual que me gustan las pagodas japonesas o Borobudur... ¿cómo? ... ¡ah, que no es mi "tradición cultural"! La tribu obliga, ¿sabe usted? Lo comprobaremos enseguida.Etiquetas: ateísmo, catolicismo
uestra manía historicista nos hace imaginar al fascista como un megalómano, como un alma desaforada que intenta moldear el infierno a cartabonazos. Nada más falso. El alma inmortal de un fascista suele caber en uno de esos bolsillos frontales donde guardamos el cambio del desayuno. Sólo es grande en él su victimismo, y la sombra de su ego inflado, que amenaza con agostar las margaritas.
Como al mirar hacia abajo sólo descubre sus pellejos cascados, alza el cuello entre crujidos, pretendiendo que alcanza las nubes. Traiciona el nombre de su profesión y finge creer en las más viles estafas, inventadas en tiempos pasados por otros villanos decrépitos. Escarba entre sus libros en busca de almas gemelas, y redescubre a un miserable, otra alma de bolsillo; un avistador continental de fuegos fatuos. Los chillidos metafísicos de la ratita olvidable encuentran resonancia en la caja de sus costillas. Y es que también él siente un deseo irrefrenable de sacar la pistola que no tiene cuando escucha la palabra "cultura".Etiquetas: filosofía
Es verdad: no me gustan las revoluciones, particularmente la francesa. Es un prejuicio que comparto con la beatería indígena. En algún punto, no obstante, nuestras opiniones divergen: ellos terminan culpando de la misma a la famosa conspiración hebreomasónica, mientras que yo reparto culpas y fatalidades a diestra y siniestra. Lo contrario de un error es otro error, como decía aquel cabronazo de Schlegel.Etiquetas: gilipolleces, mitos