When people stop believing in God, they don’t believe in nothing,
they believe in anything.
Falsamente atribuido a Chesterton
Más exacto sería decir que la mente del creyente es como el esfínter anal del sodomita: una vez desgarrado por el dogma, ya le da igual que le metan un puño, un bate de béisbol o el anarcocapitalismo.
- Tengo con frecuencia la impresión de que los ateos poscristianos llevan su militancia prometeica hasta el extremo de que si Dios existiera no descansarían hasta matarlo.
Vaya victimismo... Lo que realmente asombra es la falta de fe de quienes dicen creer en Dios: todos ellos asumen que Dios es incapaz de castigar las faltas contra él sin su humanísima ayuda. Creo que fue George Gamow quien calculó la distancia de la Tierra al trono celestial, a partir del tiempo en que tardó en llegar una respuesta a las oraciones del rebaño ruso durante cierto episodio de la guerra ruso-japonesa. La respuesta, por supuesto, había llegado demasiado tarde.
De todos modos, el profesor tiene razón en algo: si Dios existiese y se pareciese al Dios que pintan los cristianos (y los judíos, y los musulmanes y tantos otros), no se merecería ni mi respeto, ni mi adoración.
Marco Aurelio ya se dio cuenta de ello, en su tiempo.
- Me gustan los Cristos románicos, las vírgenes góticas, los ángeles barrocos.
... uff, y a mí me cae bien el gordo Santa Claus, y ya puestos, Mickey Mouse y Superman, y el templo que es Disneylandia. Pero Kal-el no se mete en lo que yo hago con mi vida, ni Mickey Mouse condena al infierno a quienes investigan con células madres. Y sí, me gustan las iglesias románicas, pero igual que me gustan las pagodas japonesas o Borobudur... ¿cómo? ... ¡ah, que no es mi "tradición cultural"! La tribu obliga, ¿sabe usted? Lo comprobaremos enseguida.
- Así, arrodillado, establece el cristiano una relación con el infinito que no está mediada por una orden, como en el judaísmo o el Islam, ni por la lógica del pensamiento, como en la filosofía; sino por un gesto absoluto de amor.
... de amor a sí mismo, y a aquella parte de su tribu que no contradice sus tonterías. Porque ese sublime sentimiento nunca ha impedido que los cristianos degollasen a los paganos y a otros cristianos que no se arrodillaban de la misma manera. Las endorfinas te hacen sentir bien, pero no te hacen más inteligente ni más moral: sólo te sirven para justificar lo que, en cualquier caso, ya habías decidido hacer.
De todos modos, si se siente bien lagrimeando agua bendita, ¿quién soy yo para estropearle el pantano de lágrimas? Lo único que le pido, eso sí, es que no llame filosofía a lo que sólo es una variante vergonzante de la teología de siempre.
Observe, de paso, que estos arrebatos de autocompasión siempre van de la mano del hecho diferencial: no está mediada (...) como en el judaísmo o el Islam. Para ciertas personas, el chute de endotóxicos pierde su atractivo si no genera, al llegar la resaca, cierto sentimiento de superioridad moral sobre el prójimo al que, de boquilla, le ordenan amar (¿cuántas veces no habremos escuchado "te salvas porque soy cristiano, porque si no..."?). Al fin y al cabo, el subidón del orgasmo es tan o más fuerte que la experiencia religiosa al alcance del ciudadano medio. Pero, claro, se supone que todos lo experimentan, y eso no te hace mejor que el resto.
- El cristiano que se arrodilla se ennoblece.
Al final, le vamos a tener que dar la razón a aquel
curandro tinerfeño: hay algunos que van por la vida provocando. Como dijo Kant, que no era tonto del todo, si no conoces la diferencia entre una silla y una polla, ten mucho cuidado al sentarte.
... y no se pierda el comentario:
- Pero que conste, ya que hablaba usted de la cultura hace nada... que el arte, el imaginario, y el ritual es cultural, porque circula por la sangre. Ya sabe usted... ese fluido que transporta oxígeno y demás al cerebro para que éste siga funcionando. Y allí mora la memoria y se tiene que 're-sentir' de algún modo.
Ave María Purísima, ¿qué es esto? ¿Un intento de revivir el inconsciente colectivo junguiano? ¿O una velada referencia al abuso de bebidas espirituosas? Estos cristianos, cuando se dan cuenta de que no hay nadie al otro lado de la línea divina, se inventan las excusas más peregrinas para no abrir los ojos. Menos mal que la autora nos lo aclara todo en el siguiente párrafo:
- En un tiempo fui una atea ignorante (...)
... pero ya no eres atea, chiquilla. Eso lo has dejado bien claro.
Etiquetas: ateísmo, catolicismo