jueves, noviembre 19, 2009

El Evangelio, según San Shosho (III)

Capítulo 25

¿Escuchas el sonido de una mano que aplaude?- Maestro – preguntó Jennifer de Magdala mientras se arreglaba la falda y recomponía su peinado - ¿qué es ese rollo del Zen? ¿Va en serio, o es otra de tus trampas para mofarte por igual de incautos e incrédulos?
Entonces Freman la miró y le dedicó esa sonrisa que habitualmente significa "vaya, vaya". Pues en verdad, la Jenny, amén de estar muy buena, era la mar de lista y tenía dos licenciaturas entre pecho y espalda (tenía espacio suficiente para eso y más).
- Es muy sencillo - respondió - Te lo explicaré si jugamos antes a piedra, papel y tijeras.
Ambos levantaron los antebrazos, amagaron tres veces y mostraron su jugada: Jennifer tenía la mano cerrada, simbolizando una piedra, pero Freman había hecho un gesto extraño. Su mano estaba abierta, con la palma apuntando al suelo y los dedos colgando:
- Lluvia, yo gano - anunció - La lluvia desgasta la piedra, oxida las tijeras y ni te digo lo que hace con el papel.
Santa Jennifer le dirigió una mirada no muy santa: mitad incrédula, mitad furiosa.
- Se llama "pensar fuera de los límites" - intentó justificarse Freman - o, como dicen en mi pueblo, thinking outside the box. Venga, no te enfades: juguemos otra vez, que ahora seguramente te resultará más interesante.
Jennifer asintió y giró el cuello, como Chuck Norris antes de entrar en combate, agitó los brazos para relajarse y se puso en posición de combate. Uno, dos y tres... y Jenny mostró su mano cerrada, pero con el dedo del medio en alto, mientras sonría triunfalmente. La mano de Freman, sin embargo, faltaba. Se la había llevado a la espalda, adoptando una postura más propia del señor Miyagi.
Entonces Santa Jennifer sonrió aún más y alcanzó el satori, por cuarta vez aquella tarde...

Post scriptum:
Cito un fragmento, para los más perezosos:
This isn't just a theory. A study by Kirk Brown found that people high on a mindfulness scale were more aware of their unconscious processes. Additionally these people had more cognitive control, and a greater ability to shape what they do and what they say, than people lower on the mindfulness scale.

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