Extraña proyección
Me pregunto qué extraña proyección debe haber cegado a Agapito Maestre para escribir esto:
El alemán es un pueblo extraño. Nunca olvida la más mínima ofensa. Es su desgracia. Siempre tiene buenas razones para pelear contra sus vecinos o los de más allá.

Quizás sea esa la clave: que he conocido personas, no "alemanes". ¿Que cambian cuando el espíritu de la horda se apodera de ellos? Lo mismo nos ocurre a todos. La masa no nos mejora: sólo nos degrada.
¿La mariposa? Un día atravesó la visera de la armadura y se posó sobre la punta de mi nariz. La gente sonreía al verme pasear con una flor viva en la cara, pero me preocupaba quedarme dormido involuntariamente y aplastarla. Resoplé, estornudé y salió volando. Pero de cuando en cuando regresa, y golpea el cristal de mi ventana con sus alas. Descorro entonces las cortinas y la dejo pasar, y pasamos la noche hablando sobre polen y flores, y sobre la extraña vida de las plantas.
Etiquetas: agha pito, extrañeces
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