S.M.S.
Intercambio (real) de mensajes, esta madrugada:
- (Original) ¡Ha nacido el niño Jesús!
- (Respuesta) Gracias por el aviso. Fdo: Herodes.
... y éramos pocos, pero habló la Burra de Balaam:
Observe qué mono el cruci que porta Pepe Erre: Jesucristo crucificado por Gaudí. ¡Estos catalanes!
Ha dicho BB que "la Humanidad espera a Dios". Claro, yo no debo ser humano para BB. ¡Qué manía la de hablar por los demás!
También ha largado que "Dios no se encierra en lugar alguno". No, cabronazo, claro que no: en cambio, pretendes que sólo Dios habla por tu boquita. Lo dicho: la Burra de Balaam (y léase el Manual de Usuarios si no sabe quién fue la famosa Burra).
Etiquetas: gilipolleces
11 Comments:
Curioso día de respuestas...la mía es:
"Mis cojones, van a regalar alegría. Feliz Navidad"
(Borré lo de antes porque era una frase hecha pegada, no algo que pensara. No es mi culpa. Hoygan, kiero una susvension, soi un diskriminado.)
Je, je. Se ve que hubo epidemia de felicidad la madrugada pasada. A mí, en la velada donde me tocó estar, hasta me hicieron leer un pasaje del último libro de Pepe Erre. Y coño, que luego te despierte el móvil para soltarte la chorrada...
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Bueno, lo mío fue más en plan del 98, algo así entre el esperpento y Baroja. Pero salí vivo y con un nivel de ira aceptable, que es lo que cuenta.
Y encima ya, nos hacen películas a los ogros en Telebomberos 24 horas.
Una propiedad de una "colectividad" puede no ser verdad de cada uno de sus miembros.
Sí, pero las colectividades no "esperan". Esperarán, en todo caso, algunos de sus miembros. Otra cosa es que los susodichos intenten pasar por los elementos "canónicos" de las mismas.
¿Sabes cómo fue que se decidió el nombre de este Papa? Una vez realizada la elección, el elegido se reunió con su equipo de asesores: la burra de Balaam, una cabra piamontesa, dos gallinas de Jericó y cinco frailes. Pepe Erre les pidió ayuda para elegir el nombre, y la cabra dijo "beeeeh". Pepe pensó que había sido la burra, y le preguntó: "¿mande?". A lo que la burra, que habla latín con cierta torpeza, le aclaró: "Bee-ne-dictum".
Las gallinas aplaudieron entusiasmadas.
¿Por qué no?
Le creía nietzcheano, maese Tumbaíto.
Ese tipo me resulta insufrible. Dicen que soy nihilista.
Sin embargo, tenía mucha razón (él y tantos otros) al advertir que el lenguaje crea "ídolos".
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