sábado, diciembre 16, 2006

El laboratorio de Gedeón

¿Tendrá algo que ver el colgado con las zorras?¡Qué diferencia, entre el comportamiento de Gedeón y lo que los pastores del actual Rebaño exigen a sus pupilos! Yahveh ya ha hablado con él antes, y lo ha designado como "salvador" de su país, pero Gedeón no termina de creérselo, y pide a YHWH que le haga una demostración de sus poderes, usando un vellón de carnero como pièce de résistance. Son pocos los creyentes que creen posible que Dios baje de una nube y les hable en su idioma materno, pero haga un esfuerzo y tómese en serio la anécdota: suponga que le ocurre a usted. ¿Cuál sería su primera reacción?
... no, esa no: después del haloperidol. En mi caso, querría asegurarme que es Dios quien me habla, no el Maligno, y no me refiero a Lord Voldemor. No estoy tan acostumbrado a tratar con espíritus para distinguirlos sólo por el tono de voz. En todo caso, me hago una idea vaga de que el Altísimo tendría voz de barítono (¡mi machismo innato!), la Segunda Persona, de tenor, el Espíritu Santo sería mudo, o como máximo, susurraría con la voz de Casper, y al maligno me lo imagino con acento andaluz como Felipe Glez o el gato Jinks. Pero lo mismo me equivoco...
En el Libro de los Jueces no queda claro, pero algo más o menos parecido es lo que debe haber pensado Gedeón... aunque no lo reconozca ni Gedeón ni el redactor. ¿Es aceptable, según los estándares modernos, la actuación de Gedeón? ¡Ni de broma! En algún momento, para evitar comprobaciones experimentales sobre la existencia de Dios, se clasificaron como pecado toda petición de esta categoría. Es de mal gusto esperar alguna acción directa y comprobable por parte de Dios. No pondrás a prueba a tu Dios.
En realidad, lo que me llamó la atención sobre la historia de Gedeón es un pasaje anterior a la prueba del vellón. Cuando Dios contacta con Gedeón por primera vez, le pide que derribe un altar de Baal que su padre tiene en casa, junto con la ashera, o consorte divina, que lo acompaña. Así lo hace, y el redactor de Jueces tiene buen cuidado en explicar que lo acompañan diez de sus siervos, para que no parezca exagerado. La demolición tiene lugar de noche, como los traslados de estatuas de las ministras zapaterinas. Cuando los paletos despiertan y ven que el Baal y su churri no están ya, pillan un cabreo de ni me mires ni me toques. Averiguan que ha sido cosa de Gedeoncito, el chaval de Joaz, y van a casa de éste para pedirle:
  • Sácanos a tu hijo para que muera, pues ha derribado el altar de Baal y talado la ashera que estaba junto a él.
A lo que Joaz, el padre de Gedeón, responde con palabras dignas de ser talladas en mármol:
¿Os toca a vosotros defender la causa de Baal? ¿Sois los encargados de salvarlo? Quien quiera defenderlo, será muerto antes de la mañana. Si Baal es dios, que se defienda a sí mismo, ya que es a él a quien le han derribado su altar.
A los modernos guerrilleros del MLF les sigue valiendo esta respuesta de hace más de tres mil años. A ellos, y a todos los enemigos de la Libertad que quieren reintroducir las leyes contra la blasfemia en Occidente.

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