sábado, septiembre 16, 2006

María

No se llama María, pero así la ha bautizado la prensa italiana, y es un bonito nombre, ¿por qué no?, para una pequeña huérfana bielorrusa de diez años. Como otros tantos niños de aquel desgraciado país, María pasa temporadas con una familia de acogida, en este caso, italiana. Los padres de acogida se niegan ahora a devolverla a Bielorrusia: médicos italianos han determinado sin lugar a duda que la niña ha sido violada en su país de origen. Cicatrices en la piel, en forma de quemadura de cigarrillos. Cicatrices en el alma, como el intento de suicidio en una playa o los terribles dibujos que repite una y otra vez.

El gobierno bielorruso, sin embargo, se ha tomado el asunto de forma parecida a como Castro se tomó la escapada de Elián, y exige la devolución de la niña. La justicia (es un decir) italiana ha dictaminado que la niña debe regresar cuanto antes al infierno, y que su paso por el purgatorio sea sólo estacional.

La historia la publica hoy El Mundo... en papel (lo siento, no link this time), y la firma la conocida periodista Irene Hernández Velasco. No sé qué más puedo hacer, pero al menos puedo intentar que lo sepan más personas. Ayúdame... o mejor dicho, ayuda a María: comprueba la historia (voy a buscar luego un enlace) y si resulta cierta, cuenta esta desgraciada historia a alguien. Quizás no sea tarde para impedir un crimen aprobado por la ley.