martes, mayo 09, 2006

En las grietas

Acabo de resolver un pequeño problema técnico con una solución sencilla, pero sorprendente, que aparentemente no tenía nada que ver con el problema. De repente me he empezado a reir sin querer, a media voz, y al percatarme de que reía en solitario, como un idiota, he recordado un pequeño poema de Borges, "Para una versión del I King". Es éste:

El porvenir es tan irrevocable
Como el rígido ayer. No hay una cosa
Que no sea una letra silenciosa
De la eterna escritura indescifrable
Cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
De su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
Es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredres. La ergástula es oscura,
La firme trama es de incesante hierro,
Pero en algún recodo de tu encierro
Puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha.
Pero en las grietas está Dios, que acecha.
De momento, va ganando el bando de los que creemos que Dios, efectivamente, gusta de jugar a los dados.