A glimpse of reality
Me cuesta lo indecible distinguir una pregunta retórica de un sincero interés. ¿Que cómo estoy? Bien, supongo. Esperando. ¿Esperando qué? A que un día, mirando una pared con el rabillo del ojo, con la necesaria intensidad, la piel de la realidad se desgarre y ello muestre con su verdadero rostro. ¿Y? ¡Oh, no, no vendrá entonces el Milenio, ni habrá paz en la Tierra para los hombres de buena voluntad! Por el contrario, Sredni Vashtar saciará su hambre de pálidas gargantas y su sed de sangre, sudor y lágrimas. Ese día destruiré el Mundo bailando sobre calaveras.
¿En serio? No. Pero, ¿qué más da?
Etiquetas: yo
11 Comments:
Que yo sepa una cosa no excluye la otra y qué sabrás tú de nuestro llanto????????????? Si no te gusta mi blog no me visites que nadie te obliga.
Yo me pregunto si de verdad quieren que sea sincero cuando me preguntan algo.
Si no te gusta mi blog no me visites que nadie te obliga.
Me pasaron un email lacrimoso instándome a visitar tu página.
qué sabrás tú de nuestro llanto?????????????
... que no sólo te nubla el juicio, sino que además te ha jodido el teclado, a juzgar por la abundancia de signos de interrogación.
Yo me pregunto si de verdad quieren que sea sincero cuando me preguntan algo.
Hi, Sam. No, nunca te piden sinceridad. De todos modos, el post es un "homenaje" a mi actual entorno laboral. Nunca antes me había topado con una panda de hipócritas de este nivel. De ahí que esté perdido desde hace un tiempo. A ver si arreglo mi vida un día de estos...
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Respeto a su último comentario... qué valor y entereza ser el único sincero ante tanta hipocresía...!
No creas, a veces es una verdadera carga...
En serio, aunque mi madre es una santa, me considero un verdadero hijo de puta, y lo reconozco orgullosamente. Lo triste es que, en realidad, todos los somos, pero algunos pretenden lo contrario. Una vez que reconoces esta gran verdad, el mero tufo a virtud y heroísmo termina provocando arcadas.
Pero cuando alcanzas ese punto ¿sientes alivio? Porque yo una que otra vez sufro de nauseas pero es incomodísimo.
Sr. Freman,es evidente que sabe usted escribir y le confieso que su sarcasmo acerca de mi teclado jodido y mi cabeza nublada me ha hecho cierta gracia. Pero también es cierto que yo no le invité a mi blog y si hay alguien que lo hizo por mí debería usted agudizar su ingenio con él. No entiendo cómo ha podido enviarle este correo si es que le conoce de algo... Escribo en mi blog lo que me apetece al igual que usted y espero que me visite aquel que le plazca, aquí es dónde está la grandeza de un blog. Ahora sí, le invito a leer mi último post y a pasar por mi blog por última vez, si es que le place. Eso sí, no hace falta que me responda, es más prefiero que no lo haga. Es evidente que no compartimos criterios semejantes y sería una tontería entablar una batalla dialéctica (a mí no me gustan ningún tipo de batallas, ¿sabe...?), ¿No cree usted lo mismo? Además reconozco que usted podría ganarme... a dialéctica, claro está.
Respeto a su último comentario... qué valor y entereza ser el único sincero ante tanta hipocresía...!
Regio si puedes poner soluciones a los problemas Freman, y si te pierdes, te buscaremos antorcha en mano, por cierto tienes otro refugio que al fin me puse a actualizar la otra bitacorilla. Pero imagina que desaparece la hipocresia del mundo, cuantas cosas se vendrian abajo. Y digo la hipocresia, porque no digo otros males.
Anónimo: que te den por el culo. Lecciones tuyas, a tu puta anónima madre. So easy.
... de todos modos, me extraña que no conozcáis la edificante historia del Padre Atanasio Padilla, S.J., confesor y mártir, oriundo de Arrigorriaga y coetáneo de San Ignacio de Loyola y tantas otras glorias de la iglesia española. Uno de estos días os la contaré.
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