Dopados

Este es un país muy interesante. Si matas a alguien alegando razones políticas, te puedes ver el día menos pensado, dialogando de tú a tú en una mesa con el presidente del gobierno. En cambio, si te sacas tu propia sangre y te la vuelves a inyectar, toda la sociedad te señalará con el dedo como si fueses un apestado, y si en esto no miente Rubalcabra, se te aplicará la ley de "tolerancia cero"... Válgame Asterix y su poción mágica...

Ah, y si pides Ventolín en una farmacia, tendrás que dejar bien claro a la farmacéutica que tienes los pulmones tan escoñados como la integridad moral de Zapatero, y que no lo utilizarás para doparte: ¡es que se trata de un beta-bloqueante! (cuidado con el enlace: es un documento Word, de una página del gobierno). Sin embargo, puedes comprar libremente jarabes y pastillas con codeína, uno de los principios activos en el opio, que provoca adicción y que puede dar positivo en un test de detección de heroína. Y el gobierno apoya implícitamente la venta de "medicamentos homeopáticos" (es decir, frascos de agua destilada rotulados fantasiosamente) en las farmacias: el que en un sector tan intervenido y regulado se permita la venta de estas pócimas significa el visto bueno del gobierno a negocio fraudulento.

Y me pregunto: ¿qué opinará Cocaína Morales de todo esto? ¿Permitirá que le tomen muestras de sangre la próxima vez que desembarque en Barajas?

Hay quien ha entrado al trapo, como el "analista deportivo" de Yanke (sospecho que otro fichaje de Vocento), que ha empezado a murmurar maldiciones sobre la corrupción del purísimo espíritu deportivo por el dinero de la publicidad (¡joder, qué difícil es ser de derechas en Estepaís!). Cotejando la evidencia, no puedo evitar la sospecha: este gobierno que sistemática nos miente está decidido a meter el miedo en el cuerpo a las pocas manifestaciones de la sociedad civil que aún se le resisten. Cuando llegaron a La Moncloa, poco después del 11M, lanzaron severas advertencias a los presidentes de grandes empresas. Hace poco ha sido el montaje espectacular del desembarco en Afinsa y el Fórum Filatélico: puede que haya realmente fraude, puede que no, pero mensaje es el mismo. ¡Ay de los empresarios que no colaboren! Y ahora son los ciclistas, pero ya están apuntando más alto: los clubes de fútbol (supongo que no se atreverán con el Farsa).

¡Qué jodidos estamos!